Seguimos caminando hasta uno de los ojos de agua donde los Teros reales nos dan la bienvenida y una Garza Mora nos observa desde lejos mientras los Varilleros hacen equilibrio entre los juncos. El sonido de las Gallaretas revela su presencia aunque la vegetación nos esconde su bella figura. Las Vaquitas de San Antonio hacen su honor a la primavera junto a su pareja entre las hojas verdes.
Más adelante un Pico de Plata posa para las cámaras arriba de un tala y luego de unos vuelos artísticos en forma de ochos cambio su posadero para seguir deslumbrándonos con su negro plumaje y el contraste de sus ojos y pico.
Al caminar las culebritas se escapan se escapan asustadas de nuestros torpes pies mientras el sol sigue avanzando en su recorrido diario hacia el oeste.
La magia nos envuelve nos hechiza. El Pico de plata sigue presente en la escena como todo un gran modelo posa para las cámaras y se va, se hace desear para luego vuelve una y otra vez.
Me he calzado la mochila más de una vez, he caminado bajo el sol por caminos muy lejanos de mi hogar, tome micros, viaje en avión, el lomo de un caballo me llevo a rincones soñados. Lugares que se graban en la retina y el corazón. Pero Rocha esta acá un rincón olvidado de la civilización o de lo que se hace llamar así. Un rincón olvidado por la selva de cemento donde la naturaleza vive en libertad.
La ciudad nos espera con sus ruidos, con su contaminación, con su gente. Debemos romper el encantamiento y volver…
Un paso mas en el camino de un loco...
0 comentarios:
Publicar un comentario