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Autostop Argentina

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lunes, 4 de marzo de 2013

Piltriquitrón - Colgado de las nubes



Cuesta asomar el hocico afuera de la bolsa de dormir. Mañana fría en la comarca andina, pero los gritos de Adri me sacaron de un salto del sueño.
-        -  ESTA TODO NEVADO!!!
Cámara en mano salgo para encontrarme con un panorama único. El mágico Piltri, colgado de las nubes haciendo honor a su sombre y vestido todo de blanco… Magnifico, hermoso, mágico, único… las palabras no alcanzan para describir esa mañana de verano fría en la comarca andina….


martes, 26 de febrero de 2013

Cabeza del Indio

Avanzamos con la camioneta hacia el oeste por la subida de Greda. Primera a fondo y con marcha lenta la camioneta trepa sin problemas entrando en la reserva natural Loma del medio dejando a nuestras espaldas el Piltri y el pueblo.  

Camino de ripio rodeado por la naturaleza, bastante deteriorado en algunos puntos pero en su totalidad se puede decir que está en buen estado.
A nuestra izquierda el rio que serpentea valle abajo y a nuestra derecha la montaña pura y tranquila. Marcha lenta sin apuros llegamos al fin de la calle y estacionamos bajo unos árboles para encarar la subida a pie.
Abonamos un bono contribución mínimo y seguimos por senderos muy bien marcados entre las piedras y el bosque nativo, donde nos detenemos bajo un árbol de Maqui donde los chicos se vuelven locos por su frutos  dulces
La caminata no dura más de diez minutos y sobre una pared de granito y laja de orígenes glaciario el tiempo tallo el perfil de la cabeza de un indio mirando hacia el bellísimo valle donde el rio azul serpentea entre campos sembrados.

El lugar no podría ser más mágico como si los artistas hubieran tallado ese rostro en la piedra de más de veinte metros.  Imponente pero serena mira hacia el valle como custodiando el rio. Una vista magnifica de las montañas, sus valles los campos sembrados de fruta fina, las paz que te envuelve, el fresco de la roca contrastando con el calor del sol. 
Miro al horizonte, pierdo mi mirada y me imagino el lugar poblado de Mapuches viviendo de la tierra, “sociabilizando” con ella.
El hombre piensa que sabe todo y cuanto le falta aprender. Horizontes vírgenes donde la imaginación puede vagar libre. Será lo que falta en las grandes ciudades para que se llene de pensamientos positivos?
Las cosas cambiaron pero recuerdo aquella vendedora de la feria de la plaza Pagano que imponiendo su voz me dijo “YO SOY MAPUCHE” al preguntarle si era descendiente.
Seguimos el camino esta vez vamos descendiendo. El bosque se hace más cerrado la piedra queda atrás y el sendero nos lleva otra vez al punto de salida.

jueves, 21 de febrero de 2013

Cascada Escondida



La cuarenta, emblemática como ninguna, llena de sueños y canciones. Cuantos soñadores anhelan andar por esta ruta nacional. Hoy la tomamos rumbo norte saliendo desde el bolsón y más allá del puesto policial  tomamos la primer entrada hacia el Mallín.
Ancho camino de ripio con su belleza particular, zona de productores de fruta fina, Lúpulo, elaboración de queso y artesanos la naturaleza te rodea y el aire puro cargado con una energía única te llena el cuerpo de tranquilidad y armonía. 
Hacemos el primer desvió y ponemos rumbo  a la Cascada Escondida. Lugar conocido ya por nosotros, pero el encanto nos vuelve a atrapar. Dos kilómetros más y  la frescura del agua se hace notar en el calor del verano.
Entramos en la reserva forestal Loma Del medio y el bosque se hace más intenso. Senderos de treaking nos llevan hacia el arroyo que del mismo nombre de la reserva y desde ventanas naturales la magnitud de semejante belleza nos deja atrapados en un sueño. El agua se  precipita  hacia el vacío desde una altura de treinta y cinco metros en dos saltos tallados en entre los sauces y coihues que son testigos de tal hazaña.

Llegamos al arroyo  y vemos las dos caídas desde abajo. Somos apenas unas gotas de aguas frente a semejante saltos.
 El arroyo sigue su curso hacia abajo. Aguas más tranquilas pero igual mente bellas que va formando pequeñas cascaditas entre las piedras mientras compone un dulce canto. 
Nos relajamos y disfrutamos del placer de unos mates antes de comenzar el camino de regreso.
 
¿Cómo puede vivir el hombre sin poder disfrutar de estos placeres rodeados del verde, de lo natural?. 

¿Cómo puede pensar que el progreso está en el cemento, en el plástico en la destrucción?
 

¿Cómo puede sentirse lleno si vacía su tierra para llenarla de cosas efímeras?



Podría pensar  y preguntarme sobre cosas como estas todo el día mientras las risas van tomando el papel principal y el  termo se va vaciando.

Retomamos camino y encaramos el sendero de regreso a la camioneta. La cascada escondida nos sigue dejando sin palabras, atónitos de tanta belleza y llenos de buena vivras


jueves, 24 de enero de 2013

Cascada de Nahuel Pan

Salimos desde Loma del Medio en la comarca del Bolsón y encaramos la Ruta Provincial N° 16 rumbo norte  y sin darnos cuentas terminamos en El camino de los Nogales una larga calle de ripio donde el sonido de los arboles danzando con la suave brisa nos envuelve y llena de paz nuestro ser. Bajo la marcha de la camioneta y dejo que sola se deslice por el camino como formando parte del mismo. El Piltri a nuestra derecha las chacras, las plantaciones de lúpulos que se levantan desde el suelo enredándose entre las perchas.   
Paro la camioneta y le sedo el mando a Adri que sorprendida me pregunta que sucede. Quiero disfrutar el paisaje es la respuesta más sincera pero el lugar es la escusa perfecta para que ella practique su manejo.  Por lo que me siento en el asiento de acompañante y con la kalimba en mis manos la magia del lugar me atrapa.
Seguimos camino hacia la cascada de Nahuel Pan escondida entre la montaña el camino sube y baja como si una montaña rusa pero el paisaje vale la pena.
Seguimos el camino y pasamos de largo una bifurcación buscando un cartel que nos indique. El camino se hace más dificultoso y como en una montaña rusa la camioneta llego a su punto máximo y se deslizaba hacia atrás. Era hora de tomar nuevamente el volante por lo que si soltar el freno cambiamos las posiciones y continuamos subiendo.
Los oído se nos taparon por causa de la altura y el camino cada vez se hacía más inhóspito. Un pequeño y precario puente tiro abajo la teoría de que este era el camino hacia la cascada pero ahora era cuestión de saber hasta dónde llegaríamos.
Avanzamos cien metros más y adelante una tranquera ponía fin al camino. Adri bajo de la camioneta para observar  y con un gesto me hace entender que ya no se puede avanzar.
Camino estrecho de montaña. Como damos la vuelta es la cuestión.  Adri encuentra un lugar para girar y el con el pie preparado en el freno damos la vuelta mientras ella me guía desde abajo.
Comenzamos el descenso prácticamente sin poder soltar el pie del freno. Recordamos un charco en el medio del camino y decidimos parar en una bajo la sombra de una conífera con intensiones de que los frenos se enfríen un poco y no provocar un choque térmico. Me pongo a pensar si sirve para algo o los sabiondos se reirían de mí. Pero el paisaje vale la pena como para apagar el motor por un rato y escuchar el canto de los pájaros
Seguimos bajando ya por pendientes más débiles y en el camino le hacemos señas a unos paisanos a caballos y parando su marcha nos guían mientras le cuento hasta donde llegamos y con el típico tonito que los caracteriza y una sonrisa en el rostro me dice que llegamos hasta su casa.
Mas abajo en la montaña tomamos la primer bifurcación hacia la izquierda y bajo la sombra unos de los arboles añejos nos encontramos que dos paisanitas de no mas de diez años la mayor. Paramos la marcha para consultarles si vamos en dirección correcta y muy amables y con la picardía de toda niña nos ofrecen torta fritas para comprar.
Mangar argentino si los hay, que ninguno de nosotros sabe decirle que no, seguimos avanzando con una docena bajo el brazo. A pocos metros la entrada del campo se hace visible y en la entrada una señora nos pide por favor si estacionamos la camioneta a un costado ya que el camino en adelante esta en mal estado.
Estacionamos la camioneta y arrancamos la caminata que no duro más de quince minutos en rendir sus frutos y dejarnos con la boca abierta ante tan hermosos salto de agua tallado sobre el faldeo del Piltriquitrón. La pared de piedra tapizada por el musgo verde de diferentes tonalidades, el agua cristalina que se precipita desde lo alto hacia un lecho de roca provocando un dulce sonido que te envuelve y atrapa con la magia del lugar.
Como si el salto no alcanzara para enamorarnos un sinuoso arroyo corre montaña abajo llevando nuestra vista hacia una postal única los cerros Hielo Azul, Dedo Gordo, Perito Moreno de fondo y las chacras se mesclan con el bosque de cipreses en el valle.
Lugar mágico sin duda a tan solo 8 km de El Bolsón