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sábado, 29 de mayo de 2010

Laguna El Hinojo - Venado Tuerto Santa Fe

Retiro es un hervidero de gente. Las calles de Buenos Aires están colmadas por el acto de la semana de mayo. Los colores patrios invadieron la ciudad y la palabra bicentenario se usa en todo.

Yo estoy acá esperando el micro que me va a dejar en Venado Tuerto. Sé que muchos van a estar en desacuerdo que la gente utilice este fin de semana largo para viajar. Pero como dijo un grande “No se puede amar lo que no se conoce”. Que grandes las palabras de Perito Moreno.

El micro comenzó a rodar, en Venado me espera Victoria Bollero y Mario Bollero. Padre e hija luchando para que la Laguna El Hinojo (mi destino final) sea reserva natural.  ¿No viví esto ya?

A las siete de la mañana el micro llega al final de recorrido y allí Mario me da la bienvenida y abre las puertas de su casa para desayunar.

Vicky me pone al tanto de cómo está la situación de su lucha por la laguna. Lamentablemente como siempre a los políticos le importa poco y nada la ecología. Tal vez debamos votar con hojas de árbol para que a los partidos le importe la naturaleza.

Mientras Mario va a abrir su negocio. Vicky me lleva a hacer las compras finales. Y al regreso de Mario partimos hacia la laguna.

El Hinojo está a unos diez quilómetros de Venado Tuerto.  Primero por la Ruta Nacional N° 8 para luego dejar el asfalto y tomar un camino rural.

AL cruzar la tranquera Domingo el Guarda fauna del lugar nos dio la bienvenida. Y la paz nos dio una trompada olvidándonos de la locura de las grandes ciudades.  A lo lejos se ve el espejo de agua y Domingo (o Mingo como lo llaman) nos da la hermosa noticia que los flamencos llegaron a la laguna. 

La amabilidad del campo no tarda en aparecer en Domingo y su esposa quien amablemente abren las puestas de su mundo para que me sienta a gusto.

Vicky  de inmediato me llevo a conocer la laguna donde la naturaleza desplego toda su música y colores a pocos metros de nosotros Gallaretas, Cuervillos,  Teros reales entre otras aves  se lucían ante nuestros ojos.

Hace unos pocos días Vicky llego de Misiones así que mientras se ponían al día con Domingo e Hilda sobre sus vivencias en la tierra colorada. Me instale a la ribera de la laguna bajo un arbolito joven. A mi compañera colorada la tenia abandonada últimamente la venia traicionando con otras carpas o cabañas. Pero ahora es hora de ponernos al día. La ubicación es espectacular desde adentro de la carpa veo y escucho a las gallaretas comiendo entre los juncos.  Parece que mi presencia no les molesta. Y yo chocho de la vida.

Paso por la casa de Domingo para buscar mi cámara que quedo arriba de una mesa y torpemente intento robarle a la naturaleza un poco de esa magia.

El cielo sigue gris y la luz no es la mejor para la fotografía igual lo intento. No serán obras de artes pero hago el esfuerzo.

Sobre uno de los juncos en la orilla de la laguna me llama la atención unos huevos de caracol. De los cuales algunos ya habían nacido e inclusive un caracolito todavía estaba en entre los huevos. (Es increíble como alguna gente pasan de altos estos detalles) La presencia de caracoles no solo es un adorno mas del lugar. Sino que muestra el grado de pureza que tiene esta agua.

Ojo el agua no es para tomar, estoy hablando de que la misma no está contaminada pero no es potable.

Vicky me avisa que la comida ya esta lista, Domingo hizo sus famosos Sándwich de bife a la criolla, los cuales son muy aclamados en las fiestas de las colectividades de la ciudad y hoy tengo el orgullo de probarlo. 

No voy a perder el tiempo intentando describir con palabras este manjar, por lo tanto los “obligo” a que vengan a degustar esta exquisitez.

Domingo te pasaste con estos sándwich!!

Charla va charla viene sobre la vida y la laguna se hicieron casi las cuatro de la tarde horario en el cual abandono la mesa para ir a recorrer la laguna con la cámara en mano. Atrás mío se suma Mario y luego Vicky y la naturaleza vuelve a desplegar todos sus armamentos para que uno no se quiera ir de este lugar. Pico de plata, Cuervillos, Garzas blancas, Gallaretas, Cigüeñas, Teros Reales entre otras aves. Ni hablar de la belleza de la vista del lugar.

Uno puede pasar horas caminando y observando que siempre va a ver algo nuevo. Algo que nos deslumbre.

Lamentablemente la batería de mi cámara dijo basta. Por lo que tuvimos que retomar el camino. Mientras una yunta de Pico de plata avanzaba con nosotros a pocos metros. Hasta ahora no había podido fotografiar a esta bella ave de ojos amarrillos que hacen contraste junto a su pico blanco,  con el negro plumaje.

Por suerte la vida me dio una oportunidad y me dejo prender la cámara por cinco minutos y logre hacer dos disparos, capturando toda la belleza de esta ave.

El sol esta cayendo en el horizonte encendiendo los campos del oeste con un color anaranjado intenso un verdadero espectáculo, el atardecer que venía con ganas de fotografiar y yo sin batería en la cámara. La paciencia es una gran virtud de algunos hombres dicen. Mañana habrá otro atardecer pienso y me consuelo.

Domingo cría chanchos alimentados con maíz y hoy tiene que preparar dos para la venta. Lamentablemente Domingo es el responsable de que esta laguna se conserve tal como está hoy.  Poniéndole la cara a los que vienen con malas  intenciones. Pasando duros inviernos, calurosos veranos.

Digo lamentablemente porque el estado no se acuerda de esta laguna, ni de Domingo.  Ya que hoy ni si quiera le pagan los impuestos y  a los sesenta y pico de años tiene que ganarse los pesos criando chanchos y la mujer haciendo dulces (que por cierto son una delicia).

En la laguna ya no queda ningún pescador, Mario y Vicky se fueron para el pueblo. Por suerte no hace frio. Hilda y Domingo me invitan nuevamente a comer la amabilidad de ellos no tienen límites.

Igual no quiero molestar más y me preparo un guiso de lentejas y arroz en mi carpa.

En los juncos las Gallaretas parecen no descansar a pesar de la oscuridad sigo escuchando su sonido.

La bolsa de dormir me espera.

La claridad se filtra entre las telas de la carpa. El celular se quedo sin batería, no sé qué hora es pero algunos pescadores ya llegaron a la laguna.

El cielo sigue gris y la niebla cubre la superficie. Domingo ya está despierto. Mientras se calienta el agua para preparar un café voy a buscar el remo del bote. Según lo planeado para hoy, voy a cruzar la laguna remando y tomar un canal en donde suelen ir a comer por la mañana cisnes de cuello negro.

 Preparo el “Cano-Bote” como le dice Mario  para mí de ahora en mas es “Grandote”. Lentamente avanzo por el agua con el pesado bote. Nada que ver con los Kayak o las Piraguas que estoy acostumbrado a usar.


En el medio de la laguna el viento empezó a soplar virando la embarcación hacia la izquierda, justo cuando el cielo dejo caer una gotas. Soy un convencido de que la vida nos da señales y trato de no ir en contra de ellas. Por lo que dejo el plan original de lado y remo hacia los juncos cuando de repente mas de cien Gallaretas  avanzan hacia mí pasándome a pocos metros de Grandote. Todo un espectáculo de la naturaleza.

 Trabo a Grandote entre los juncos y lentamente miro hacia atrás, llevándome la grata sorpresa que las gallaretas que me había pasado las vuelvo a tener a unos pocos metros.

Me encuentro en una situación de suma paz no me quiero mover, quiero avanzar para no romper este hermoso enlace que la naturaleza me dio.

Lentamente avanzo entre los juncos abriéndome paso entre un manto de lentejitas de agua.  Como extraño al kayak mientras trato de manobrera con Grandote.

Una tormenta está avanzando por el horizonte trato de orientarme en este laberinto verde hasta que hago contacto visual con la casa de Domingo. El cielo está cada vez más oscuro por lo tanto guardo la cámara y  avanzo hacia el lugar de desembarco.

Al agua le tengo mucho respecto y si bien últimamente estoy bastante seguido en ella remando es algo que no quiero perder.

Antes de pisar tierra firme cometí un error que termine besando el agua de la laguna. Lo peor de todo es que se como bajar de un bote pero bueno seguimos adelante.

Ya adentro de la carpa como si todo estuviera sincronizado la lluvia llego. Pero no por mucho. A la hora fui a dejar el remo a la casa de Domingo y para mi sorpresa un plato ya estaba preparado para mí. La gente de campo es así dicen los que viven en la ciudad. Contágiense un poco de ellos le digo yo a los de la selva de cemento. Que el mundo sería mucho mejor.

El Clima no parece querer cambiar después de comer y de una larga sobremesa charlando de la vida. Me resguardo en mi carpa a escribir.

El tiempo parece mejorar y salgo de la carpa con intención de ir hacia las compuertas donde ayer vi gran cantidad de pájaros.

Al salir de la carpa Mario venia hacia la laguna y luego apareció Vicky y Adriana (la esposa de Mario) jugando con su nueva camarita.

Nos dirigimos hacia la zona de las compuertas donde un Pintagua (reconozco que pensaba que era un Benteveo) posaba para las cámaras y en unos arbustos más atrás una yunta de Pechito Colorado  todo un espectáculo para nuestros ojos.

El trabajo en la laguna es constante y siempre hay algo nuevo para hacer. La balsa se pone en marcha y Mario nos viene a buscar. Junto a Domingo van a medir el ancho de uno de los canales para hacer un puente. Por su puesto casi nadie se pierde una salida en Balsa acá.  

Al llegar al arroyo los primeros en bajar fueron Domingo y Mario para tomar las medidas pero la curiosidad pudo más que nosotros y terminamos todos en la orilla.  A la distancia logramos divisar un hermoso chajá, que cuando alzo vuelo la envergadura de sus alas y el ruido que producía al batirlas me dejo con la boca abierta. El Canal está plagado de Tarariras que saltan sobre el agua mientras cazan, todo un espectáculo.

El Viento cambio nuevamente hacia el sur. Lo que indica que el mal clima va a continuar. El día va llegando a su fin y la temperatura está bajando, lo que nos obliga a regresar.

Al poner los pies en tierra firme, tras una oferta de Mario me encuentro en la encrucijada de serle fiel a mi carpa o venderme al calor del hogar. Si bien intente quedarme en la carpa, Mario insistió en que vaya con ellos. Por lo que armo mi mochila chica con un poco de ropa y emprendemos camino hacia la ciudad.

La verdad que es medio cruel de mi parte ponerme a pensar en la locura de las capitales. Pero que equivocados que estamos por aquellos lugares. 

Adriana y Mario nuevamente me abrieron la puerta de su casa para que me sienta cómodo. 

Cuanto debemos aprender…

A la mañana temprano me levanto con las esperanzas de que el clima haya cambiado, pero dicha esperanza se caen a pedazos cuando hablo con Mario. Entre mates me comenta que el  día está feo, Aun esta garuando finito.

Salimos en el coche hacia la laguna para ir a buscar la mochila y la carpa. Es una lástima no poder aprovechar mi último día, pero creo que la laguna me dio mucho más de lo que pensaba por lo que me voy contento.

Al llegar al campo Domingo e Hilda nos estaban esperando. Lamentablemente tenemos que juntar las cosas y volver a la casa de Mario. Si bien el camino de tierra está en buenas condiciones si sigue lloviendo corremos el riesgo de quedarnos atascados.

En la casa de Mario termine de ordenar la mochila y preparar todo para tomar el micro. La locura le la city me espera. Pero por suerte se que en estos lugares todavía hay gente que se preocupa por el otro y por el mundo. Gente que todavía ama a la naturaleza.

Y estoy totalmente agradecido  por la atención que recibí en Venado. Mucho caminos son hermosos muchos lugares son mágicos pero muy pocos son únicos.

Y hoy puedo decir que estoy volviendo de uno de esos lugares. No solo por la laguna sino también por la gente que hace al lugar.


De todo corazón un millón de gracias y saludos a la familia Bollero, a Domingo e Hilda.

1 comentarios:

ACECAS dijo...

En algún momento de la vida, todos elegimos que vida queremos vivir, creo que ya elegimos, estamos cómodos y nos sentimos bien brindándonos a los demás, será porque en la vida todo vuelve y si no mirá.... ganamos un nuevo amigo Sebastián Victorino!!! un relator andante de la naturaleza.
Un abrazo conservacionista!
Mario

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