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Autostop Argentina

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jueves, 24 de enero de 2013

Cascada de Nahuel Pan

Salimos desde Loma del Medio en la comarca del Bolsón y encaramos la Ruta Provincial N° 16 rumbo norte  y sin darnos cuentas terminamos en El camino de los Nogales una larga calle de ripio donde el sonido de los arboles danzando con la suave brisa nos envuelve y llena de paz nuestro ser. Bajo la marcha de la camioneta y dejo que sola se deslice por el camino como formando parte del mismo. El Piltri a nuestra derecha las chacras, las plantaciones de lúpulos que se levantan desde el suelo enredándose entre las perchas.   
Paro la camioneta y le sedo el mando a Adri que sorprendida me pregunta que sucede. Quiero disfrutar el paisaje es la respuesta más sincera pero el lugar es la escusa perfecta para que ella practique su manejo.  Por lo que me siento en el asiento de acompañante y con la kalimba en mis manos la magia del lugar me atrapa.
Seguimos camino hacia la cascada de Nahuel Pan escondida entre la montaña el camino sube y baja como si una montaña rusa pero el paisaje vale la pena.
Seguimos el camino y pasamos de largo una bifurcación buscando un cartel que nos indique. El camino se hace más dificultoso y como en una montaña rusa la camioneta llego a su punto máximo y se deslizaba hacia atrás. Era hora de tomar nuevamente el volante por lo que si soltar el freno cambiamos las posiciones y continuamos subiendo.
Los oído se nos taparon por causa de la altura y el camino cada vez se hacía más inhóspito. Un pequeño y precario puente tiro abajo la teoría de que este era el camino hacia la cascada pero ahora era cuestión de saber hasta dónde llegaríamos.
Avanzamos cien metros más y adelante una tranquera ponía fin al camino. Adri bajo de la camioneta para observar  y con un gesto me hace entender que ya no se puede avanzar.
Camino estrecho de montaña. Como damos la vuelta es la cuestión.  Adri encuentra un lugar para girar y el con el pie preparado en el freno damos la vuelta mientras ella me guía desde abajo.
Comenzamos el descenso prácticamente sin poder soltar el pie del freno. Recordamos un charco en el medio del camino y decidimos parar en una bajo la sombra de una conífera con intensiones de que los frenos se enfríen un poco y no provocar un choque térmico. Me pongo a pensar si sirve para algo o los sabiondos se reirían de mí. Pero el paisaje vale la pena como para apagar el motor por un rato y escuchar el canto de los pájaros
Seguimos bajando ya por pendientes más débiles y en el camino le hacemos señas a unos paisanos a caballos y parando su marcha nos guían mientras le cuento hasta donde llegamos y con el típico tonito que los caracteriza y una sonrisa en el rostro me dice que llegamos hasta su casa.
Mas abajo en la montaña tomamos la primer bifurcación hacia la izquierda y bajo la sombra unos de los arboles añejos nos encontramos que dos paisanitas de no mas de diez años la mayor. Paramos la marcha para consultarles si vamos en dirección correcta y muy amables y con la picardía de toda niña nos ofrecen torta fritas para comprar.
Mangar argentino si los hay, que ninguno de nosotros sabe decirle que no, seguimos avanzando con una docena bajo el brazo. A pocos metros la entrada del campo se hace visible y en la entrada una señora nos pide por favor si estacionamos la camioneta a un costado ya que el camino en adelante esta en mal estado.
Estacionamos la camioneta y arrancamos la caminata que no duro más de quince minutos en rendir sus frutos y dejarnos con la boca abierta ante tan hermosos salto de agua tallado sobre el faldeo del Piltriquitrón. La pared de piedra tapizada por el musgo verde de diferentes tonalidades, el agua cristalina que se precipita desde lo alto hacia un lecho de roca provocando un dulce sonido que te envuelve y atrapa con la magia del lugar.
Como si el salto no alcanzara para enamorarnos un sinuoso arroyo corre montaña abajo llevando nuestra vista hacia una postal única los cerros Hielo Azul, Dedo Gordo, Perito Moreno de fondo y las chacras se mesclan con el bosque de cipreses en el valle.
Lugar mágico sin duda a tan solo 8 km de El Bolsón

2 comentarios:

Adriana Alba dijo...

Ya lo creo que es màgico.
He visitado la zona alguna vez y me enamorè a primera vista.
Gracias por tu visita a mi espacio.
Cariños

Unknown dijo...

Mi visita a ése salto de agua no fue tan idílico como el descripto en la nota . Al llegar con mi familia y quedarnos al pie del mismo, en unas mesas y sillas que ya estaban en el lugar ( bastante descuidado por cierto), comenzamos a preparar el mate cuando un fuerte ruido nos asustó. En lo alto de la pared de piedra venían rebotando en caída libre primeros tres postes o troncos de más de diez metros. El espectáculo era dantesco y peligroso, habían caído donde hacía minutos mis hijos habían estado jugando y Dios es grande quizo en ése momento no estuvieran ahí. En ése instante griteríos de todo tipo venían de arriba. Con mi familia y otra que había llegado hacia unos minutos no podíamos creerlo. Estábamos siendo amenazados para que nos fuéramos . Luego más gritos y otra serie de troncos que caian sin control. Nos fuimos. El lugar está "controlado" "tomado" por organizaciones pseudo originarias que no desean la presencia de turistas. Es una lástima que el mismo Municipio aliente visitar un lugar que evidentemente no controlan y dejan hacer lo que quieren a éstos criminales que en mi caso, atentaron contra mi vida, la de mi familia y la que había llegado. Es una pena.

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